12/06/2012

CIEGOS AL COLOR I. (Adaptado del artículo publicado en www.adoptivefamiliescircle.com y escrito por Gaby)


En la adolescencia solía pensar que se ciega al color era la actitud correcta sobre la raza, pensé que era bueno no notar el color de l piel de la persona, y si lo hacia, intentaba tratar a la persona como si no tuviese raza, ya que me parecía la mejor manera de tratar a todo el mundo igual, en lugar de separar a la gente por razas en mi cabeza. Desde mi punto de vista tenía sentido, recuerdo que pensé que enseñaría a mis hijos a no notar la diferencia del color de la piel.
Esto estuvo bien mientras vivía en Ecuador y estaba rodeada de gente que se parecía a mí, per mi teoria rápidamente se puso a prueba. Cuando me fui a vivir a Estados Unidos me convertí en la persona de color a los ojos de la sociedad, empecé a pensar de un modo diferente. De repente empecé a pensar que no me gustaba que la gente no notará mi color. Mucha gente actuaba sorprendida y en general avergonzados cuando me refería a mi misma como hispana, y muchos decían: “Ah!, no me había fijado”
Que la gente notara mi raza pasó a ser algo importante para mí. Ser hispánica es algo de lo que me siento orgullosa. Ser hispánica significa que provengo de gente que habla español, que son ruidosos y por lo general emotivos, que son leales a la familia, y acogedores. Mi color de piel es la cubierta exterior de una cultura rica y compleja, así que cuando la gente me decía que eran ciegos al color, quería decirles: “No lo seáis, estoy orgullosa de tener la piel oscura y quiero que lo tengas en cuenta. Mi color me une a mi familia a la que echo mucho de menos, si no notas mi color, no los ves a ellos”.
Cuando me convertí en madre adoptiva, la idea de ser ciega al color estaba una vez más dentro de mis pensamientos. Esta vez sin embargo, tenía algo muy importante a lo que proteger y educar de lo politicamente correcto: mis dos hijos negros. Empece a notar que la gente bajaba la voz y susurraba cuando describían a alguien como “negro”. Era como si notarán la raza pero no querían decirlo fuerte.
Los niños no tienen idea de estos conceptos. Simplemente ven lo que ven y expresan lo que tienen en la cabeza, son muy sinceros. Así, que en lugar de enseñar a nuestros hijos a querer y aceptar a todo el mundo a pesar del color de la piel, debemos enseñarles que respeten a todo el mundo , el respeto y reconocimiento de la diferencia y todo lo que esa diferencia conlleva. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario