Conocí
a mi madre por primera vez cuando tenía 38 años. No se parecía en
nada a lo que había imaginado. Cuando era niña estaba convencida de
que mi madre biológica era una estrella de cine, perdidamente
enamorada de su compañero de reparto. Cuando llegué a la quincena,
pensé que probablemente mi madre sería una drogadicta que vivía en
la calle, porqué no entendía como no había intentado buscarme para
saber si estaba bien o mal.

Pero empezaré por el principio.
Fui
adoptada de bebé, en lo que podemos llamar una una adopción
“tradicional”. No se suponía que buscaría a mi madre biológica.
Ella, se supone, debía olvidarme y continuar con su vida. Ambas
debíamos ignorar el hecho de que algo fuera de lo corriente había
pasado en nuestras vidas.
Supe
que era adoptada cuando tenía 7 años. Mi madre me dijo que ella y
mi padre habían querido tener hijos pero que no podían. Lo
intentaron durante años. Entonces un médico les dijo que había un
bebe para adoptar y si lo querían. Ya habían adoptado a mi hermana
mayor y decidieron adoptarme a mi también.
Me
dijo que mi madre biológica me quería, y que quería que tuviese
una buena vida. Nunca la conocieron, pero les dijeron que era una
buena chica. Recuerdo oír lo que mi madre me decía pero sin
escuchar. Me sentí helada. Me dijo que era especial y que ella y mi
padre estaban muy contentos de tenerme a mi y a mi hermana. Me sentí
triste. Nunca
jamás volvió a hablarme de la adopción.
¿Que
sen siente al ser adoptado?. Ser adoptado quiere decir ser diferente.
Diferente no es malo, es.. diferente. Negar mi diferencia, sería
negar quién soy. Empecé en este mundo de un modo diferente. Mi
concepción, experiencias prenatales, y nacimiento fueron diferentes.
Mi madre biológica no era una madre que se sentía orgullosa por
estar embarazada. Nunca conoció a la niña que entrego en adopción.
Perder
a la madre que te ha dado la vida es traumático. Quería mantener
parte de ella en mi alma. Pensé en ella mucho. Mis fantasías sobre
mi madre biológica eran abundantes. No sabía tanto de ella como
para poder contrastarlo con lo que me imaginaba. Quería creer que mi
si madre biológica y yo estuviésemos en el mismo sitio a la misma
hora, nos reconoceríamos inmediatamente. Durante años observaba la
cara de la gente entre la multitud. ¿Será ella? - en el
supermercado, en la cola del cine, y años mas tarde, en bares. Me
preguntaba ¿se acordará de cuando es mi cumpleaños? Tenía muchas
preguntas que quería hacerle. Quería verla. Me preguntaba si me
parecía a ella. Me preguntaba si me parecía a alguien.
Era las mas alta de la familia. La gente me preguntaba porqué era tan alta. No sabía el porqué. Crecí entre gente bajita. Ellos tenían los ojos azules. Yo marrones. Eran castaños, yo rubia. Quería encajar, parecerme a alguien que se pareciera a mi. ¿De quién eran esos ojos que veía en el espejo?
La
adopción era uno de nuestros sevretos en la familia. A mi hermana y
a mi nos dijeron que no dijésemos a nadie que eramos adoptadas,
porqué la gente no lo entendería.
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