5/24/2010

Sentirnos orgullosos de quienes somos


A través de la familia nuestros hijos aprenden que es lo que la sociedad quiere y espera de ellos. Es en el núcleo familiar donde un niñ@ aprende donde encaja en este mundo, es en esta etapa de la vida en la que el niñ@ desarrollará su “yo”.
Si el niñ@ ha tenido una experiencia de familia positiva, se convertirá en un adulto que habrá construido unos cimientos sólidos, que les ayudará a poder enfrentarse de un modo sano a los conflictos que puede tener a lo largo de su vida. Por el contrario, si el niñ@ no se ha sentido apoyado y validado, en caminaremos a nuestros hij@s a sentirse en una “batalla” interna desde el principio, intentando llegar a ser algo que nunca serán, BLANCOS.





Para todos y muy en concreto para todas aquellas personas que hemos sido adoptadas interracialmente, el aprendizaje de la infancia es primordial, nos ayuda a desarrollar una identidad positiva sobre quienes somos y sentirnos confortables con nuestra imagen. Si nuestras experiencias han sido positivas, llegaremos a convertirnos en adultos seguros de quienes somos. Si por el contrario no hemos tenido el apoyo o la comprensión de nuestros padres o educadores, estos niñ@s se convertirán, a buen seguro, en adultos con graves dificultades para encajar en una sociedad en la que constantemente se sentirá amenazad@s.

El modo en el que interactuámos en nuestra familia, ayudan mucho al niñ@ adoptado transracialmente a construir una buena autoestima y a desarrollar una identidad positiva. En el proceso de desarrollo de nuestra identidad, los niñ@s quieren sentirse como.., ser, como … todas aquellas personas que son importantes en su vida. El ambiente en el que los padres, madres, educadores, cuidadores, etc.. escogen a la hora de educar a sus hij@s influirá también en la construcción de nuestra identidad.

Es difícil para unos padres, que nunca han experimentado lo que es el racismo comprender el daño que este puede causar en la autoestima de un niñ@. Resulta sencillo enseñar a nuestros hijos sobre situaciones o momentos en los que no hemos visto afectados directamente, por ejemplo, es fácil para un padre explicar a un hij@ la importancia de realizar las tareas escolares, el stress que podemos sentir al tomar las primeras lecciones del carnet de conducir, o nuestra primera decepción amorosa, es importante tener en cuenta que en algunos momentos necesitaremos la ayuda de terceras personas que nos puedan orientar sobre el modo en el que debemos afrontar determinadas cuestiones.


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